jueves, 29 de julio de 2010

FORESTO-INDUSTRIA, LA PROXIMA GRAN GENERADORA DE TRABAJO Y CRECIMIENTO

Publicado en El Tribuno el 29 de julio de 2010

Lic. Félix González Bonorino

“El desarrollo de las plantaciones forestales constituye una oportunidad incalculable para el desarrollo nacional y económico de los países tropicales. Puede ayudar a crear empleo, especialmente en las zonas rurales, generar ingresos, contribuir a la producción de energía verde y combatir el cambio climático.”

Emmanuel Ze Meka, Director ejecutivo de la Organización Internacional de Maderas Tropicale

Cuando la FAO reproduce esta entrevista al camerunés Ze Meka no hace más que reforzar lo planteado por la 51° Reunión Anual del Comité Asesor en Materia Forestoindustrial de FAO.
Es que la actividad foresto industrial es una actividad esencialmente productiva generadora de empleo y como tal hay que considerarla. Sus aspectos ambientales son bien venidos y son complementarios. Pero el objetivo de la forestación es producir riqueza, lo mismo que la industria vinculada.
La evolución mundial de las plantaciones ha sido dispar en el planeta. Entre 1995 y 2005 en Asia y el Pacífico se verificó el mayor crecimiento de plantaciones de árboles con 54 millones de hectáreas (has), con la India e Indonesia en el primer lugar. Sigue Iberoamérica y el Caribe con 8,8 millones de has, con Brasil y Venezuela liderando la aregión y por último África cuenta con 4,4 millones de has.
El problema es que en el mundo el consumo crece más rápido que las plantaciones. La oportunidad de negocios es enorme.
Argentina cuenta con solo 1,2 millones de has implantadas. La mayor parte en la Mesopotamia. Donde está radicado un complejo foresto industrial que emplea a decenas de miles de argentinos, empresas multinacionales y cifras millonarias en inversión.
¿Y Salta?
Salta, con solo 10 mil hectáreas de árboles plantados, prácticamente no participa en este baile. Sin embargo contamos con condiciones excepcionales para su desarrollo.
Esto está por comenzar a cambiar.
El Ministerio de Desarrollo Económico, a través de la Agencia Foresto industrial de Salta, AFORSA, tiene el proyecto de triplicar la superficie forestada en 10 años alcanzando las 30 mil has. Esto implica una inversión superior a los $80 millones, generando trabajo para cerca de 8.000 salteños, la mayor parte de los cuales viven en la misma región rural donde se realizan las plantaciones. Trabajo local para gente del lugar, un reclamo permanente.
Este proyecto pondrá a disposición de la industria materia prima por cerca de 500 millones de pesos, suficientes para suplantar a la que hoy se trae desde cientos de kilómetros para abastecer el consumo provincial, por ejemplo en la cajonería para horticultura y frutas, dándole a éstas mayor competitividad. ¡Y todo esto sin tocar ni una hectárea de bosque nativo!
¿Quiénes podrán participar de este proyecto?
AFORSA ha generado un sistema informático que le permite a un empresario rural, evaluar diferentes alternativas productivas. Superficie, ubicación, especies arbóreas, costos, mano de obra y por supuesto utilidades de un negocio. Todas variables necesarias para tomar decisiones empresarias de inversión. También se prevé que la Agencia apoye al empresario en la operatoria de la Ley 26.432 (ex 25.080), de promoción de las forestaciones.
Algunas empresas han comenzado, tímidamente, a interiorizarse de las diferentes posibilidades, incluso para reconvertir sus actuales actividades productivas por otras de mayor valor de retorno final, o bien reconsiderar las cortinas forestales como fuente de madera para el mercado.
AFORSA está analizando también las necesidades de inversión que harán falta para aprovechar industrialmente este volumen de madera, a fin de estar a la altura de las necesidades.
De la mano de la Foresto industria, trabajo y producción se encuentran para que nuestra provincia siga creciendo. Estamos tomando la oportunidad que nos señala Ze Meka.

SEGURIDAD ENERGÉTICA: LOS NUEVOS PARADIGMAS

Publicado en El Tribuno Campo, 25 de julio de 2010

Por Ing. Agr. Carlos A. Suárez
Consultor Forestal
viveroforestal@gmail.com

El comienzo del fin de la era del petróleo ha llegado a Salta, y si bien la exploración en pos de nuevas reservas ha caído por una cuestión de política interna, no hay ninguna certeza sobre nuestro futuro energético.

Entre los temas fundamentales de debate de la sociedad actual, pocos surgen con tanta fuerza como la cuestión energética. El comienzo del fin de la era del petróleo ha llegado también a Salta, y si bien podemos decir que la exploración en pos de nuevas reservas ha caído por una cuestión de política interna, no tenemos hoy ninguna certeza sobre nuestro futuro energético a diez o veinte años.

La mayor parte de nuestra generación local de electricidad se nutre de gas, buena parte del mismo importado, con decrecientes reservas locales e inciertos precios a futuro. Cada año al llegar los fríos los tironeos entre el gas domiciliario, el industrial, las estaciones de GNC y el gas de generación eléctrica, ponen al desnudo esta triste realidad. Asimismo, el hecho de quemar gas que es el más limpio de los combustibles fósiles genera un aporte de dióxido de carbono nuevo a la atmósfera que incrementa nuestro problema ambiental global a través de los cambios del clima actualmente en curso.

Este fenómeno conocido como Efecto Invernadero o Cambio climático, fue inicialmente estimado como una tendencia al calentamiento global, una especie de “tropicalización del sistema” donde el esfuerzo en lugar de la calefacción iba a estar centrado sólo en el aire acondicionado y en la lucha con los mosquitos y las enfermedades tropicales. La amarga realidad que hoy están confirmando los especialistas es que la alta energía del sistema se expresa con extremos. Calores extremos. Sequías extremas. Lluvias extremas y fríos extremos, como podemos dar fe mirando la foto del “blanco” Valle de Lerma y de los bananales y cultivos de primicia helados en nuestro norte. Esto requiere previsiones en todo sentido. Suficiencia energética y contingencia de eventos extremos para empezar. Que ya nadie se haga el sorprendido.

Los megaemprendimientos hidroeléctricos están hoy más discutidos que nunca especialmente por cuestiones ambientales, entre las que podemos mencionar las siguientes: se inundan áreas de especial riqueza en biodiversidad o de alto valor social, además las obras se colmatan de barro en relativamente pocos años si no se hace un buen manejo de los suelos aguas arriba y en la propia presa, etc.. Los salteños vivimos esto de cerca con la cuestión de las obras del Bermejo, donde dos presas binacionales importantes (Las Pavas y Arazayal) son sólo carpetas que van y vienen desde hace décadas.

Las soluciones hidroeléctricas de mediano y bajo caudal, generalmente con muy escasos costos ambientales, han quedado fuera de las miradas de los que deciden, lo cual resulta muy llamativo para quienes nos visitan y confirman nuestra abundancia de recursos hídricos y desniveles propios de nuestra geografía, en buena parte serrana o montañosa. Es así que, por ejemplo, han quedado lamentablemente abandonadas obras públicas muy interesantes como la de Isla de Cañas o la de Los Toldos (en Iruya y Santa Victoria, respectivamente) con abundantes dineros públicos invertidos, sin resultados actuales. En ambas localidades ruidosos generadores gasoleros son la fuente del vital fluido eléctrico. Numerosas localidades salteñas podrían ser más que autosuficientes mediante este sistema.

El tema de la energía nuclear ha quedado congelado por décadas, y parece que recién hoy se están desempolvando los viejos proyectos y estamos más próximos a que inicie el proceso de muchos años de Atucha III. Salta posee buenas reservas de uranio y puede haber una reactivación minera también en este aspecto. Hay centenares de centrales atómicas funcionando limpiamente en el mundo y si somos capaces de hacer las cosas bien podríamos tener más de tres. Por ejemplo, China en este momento tiene en curso 32 centrales de este tipo. Ya que hablamos de energía y minería, merece la atención destacar que Salta tiene una de las reservas más importantes de litio del mundo, (junto con Bolivia y Afganistán, país donde nuestros primos del norte han puesto altruistamente la mira) y donde nuestra provincia, que hoy lo exporta en bolsas o a granel, quizás algún día, con habilidad, capacidad y coraje, termine haciendo baterías con un valor agregado, decenas o centenas de veces superior. Cada celular moderno tiene una batería a base de litio, cada auto híbrido o eléctrico del futuro tendrá baterías de litio.



Energías alternativas, una realidad



Las energías alternativas han pasado fuertemente de curiosidad a realidad, y no estoy hablando sobre paneles solares o molinos de viento. El ingenio Tabacal, la mayor empresa salteña, comienza a generar excedentes energéticos a partir de su bagazo en este mes de octubre, 40 megavatios, la energía de Orán y San Martín, sin carbono fósil, sólo con biomasa, unos nueve meses por año. Probablemente, en el futuro próximo, haya bagazo más temprano, a partir de sorgo azucarado, o más tardío, a partir de chips forestales y esto permita cerrar el ciclo anual. Y allí viene una parte de nuestro futuro: Para proveer unos 90 días de una central de biomasa de ese tamaño, hacen falta cosechar y chipear unas 600 hectáreas de bosque energético por año, que equivale a un bosque de cosecha rotativa de unas 3.500 a 4.000 hectáreas (y a muchos puestos de trabajo). Los salteños, sufriendo hoy las consecuencias de la Ley de Bosques sin que aparezca el dinero que ella implicaba, y con cuatro departamentos de futuro indefinido por la medida cautelar de la Corte Suprema, tendremos en algún momento que analizar, de manera realista, si no es mejor transformar una pequeña parte de los bosques degradados que poseemos, en una abundancia creciente, en bosques sosteniblemente productivos de energía y trabajo, en lugar de destinar sólo tierras agrícolas a producir biocombustibles. Ninguna otra provincia está en mejor situación que Salta en ese aspecto.



La comparación con países vecinos



En los meses recientes, tuve oportunidad de de observar dos realidades en países vecinos. En Brasil, si bien se han hecho grandes anuncios de reservas petroleras, la realidad es casi absolutamente alcoholera y de biomasa. Muchas de las empresas que conocí, algunas medianas o pequeñas, declaraban en su publicidad tener asegurada permanentemente su independencia energética para los procesos industriales mediante un bosque del tamaño suficiente cultivado a tal efecto.

En Uruguay, conocí una central termoeléctrica que funciona a chips en la ciudad de Tacuarembó. Generan 10 MW con 300 toneladas de chips por día, empleando los descartes de la actividad forestal creciente de esa zona. Ambos países, inclusive, exportan chips para energía a Europa, donde estas centralitas proliferan por decenas y hasta las viejas calefacciones a fueloil de casas y edificios están siendo sustituidas por sistemas a “pellets”, unos granitos de madera hechos con residuos de poda, cáscaras de almendras, residuos de aserraderos, o los chips que importan, etc. Un par de cortes de los gasoductos que les llegan desde Rusia bastaron para convencerlos de que más vale palear cenizas que congelarse.

Es evidente que la realidad no es lo primero que vemos, pero les puedo asegurar que el mundo está cambiando y que el cambio también tiene oportunidades para nosotros. Estamos en un momento donde podemos todavía elegir caernos de golpe o aterrizar suavemente.

martes, 20 de julio de 2010

JORNADAS SILVOPASTORILES EN JUJUY

La producción silvopastoril constituye una alternativa de aprovechamiento racional de la geografía. Es una manera de multiplicar las actividades productivas en un espacio dado, aumentando, así, la ecuación económica del Plan de Negocios de la tierra.
Jujuy se apresta a organizar las Jornadas Agroforestales y Silvopastoriles en Agosto.
El Ministerio de la Producción, el INTA, la Sociedad Rural Jujeña, la UNJu, el Núcleo de Extensión Forestal del Ministerio de Agric. de la Nación, junto con AFIJUY se encuentran ajustando la diagramación, esperando que la misma incluya tanto miradas provinciales, como sub regionales.
Felicitamos la iniciativa.
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